viernes, 17 de febrero de 2012

Hoy me llamaste princesa.

Hoy me llamaste princesa. No por mi nombre, no. Princesa. Esa palabra que tanto anhelaba que lo nombraras refiriéndote a mí. En este caso, princesa no me recuerda a un contexto monárquico, si no a una mujer que aprecias, guapa, dulce. Y esta tarde lo has dicho. Me has llamado princesa. Esa palabra que juega tanto con la ilusión, como esta haciendo ahora. Y que juega con el dolor, porque a veces no puedo más con este vaivén, con este amor efecto boomerang, porque hoy me llamas princesa, pero puede que mañana para ti no exista...

No hay comentarios:

Publicar un comentario