jueves, 25 de octubre de 2012

Hasta luego, Padre Piquer







Hace casi un mes empecé mi vida universitaria. Y nadie se imagina lo melancólica que me he puesto estos días, pensando que comienzo una rutina nueva que afecta  inevitablemente a mi vida, con nuevos horarios, asignaturas, costumbres y profesores. Esta entrada va dedicada al instituto que me vio crecer como persona (Porqué de estatura...JAJAJAJAJAJA NO) y a su historia dentro de mi historia, de mi vida. He vivido demasiadas cosas, no monótonas como puede ser participar en una pelea, o que me guste un chico del insti (Y pensar que estaba acomplejada por no tener noviete ¡Soberana gilipollez!). Confesiones, lágrimas, nervios, risas... que para siempre las paredes de los pasillos serán testigos, de todo lo que sentí. El Padre Piquer me ha cambiado, desde luego no soy la misma, y quiero hacer un repaso a todos los cursos:

Septiembre, 2006.  Recuerdo que los nervios gobernaban mi cuerpo, no solo por el inicio de un nuevo curso si no por el paso de la pre-adolescencia con la Educación Secundaria Obligatoria. Comenzaba el instituto.
Si me permitís hacer un pequeño paréntesis, debo decir que no lo pase bien en primaria. En aquellos tiempos yo era mucho más alta que mi autoestima. Por un momento, pensé que todo iba a ser más tortuoso; Nada más lejos de la verdad.
Tengo grabada en mi cabeza la imagen de decenas de niños esperando a ser sentados por un tío bajito de ojos verdes y que más tarde descubriría que tiene un mechón amarillo que le define, y una mujer fuera del aula vigilando a los niños, incluida a mí, con el cabello rubio, con los ojos verdes también. Se llaman Nacho y Alicia. A día de hoy, les considero mis amigos por la cantidad de cosas que me han ido demostrando a lo largo de estos años, mantengo muy buena relación. Recuerdo lo primero que le dije a Nacho nada más entrar en el aula "Profe, ponme cerca. El 21 me ponen gafas"
Los días de tormento en primaria hicieron contraste con los de primero de la Eso. Ahí conocí a mis amigas Sonia, Sandra, Irene, y más tarde se incorporaría Adriana.  ¿Las clases? O bien reflexionabas, o bien eran una auténtica risa. Todo el mundo recuerda las veces en que Nacho aparcaba su bicicleta, y Lorenzo decía "Ya ha venido el niñato" y él le llamaba homosexual. Por no hablar  de las veces que se metía con él, es que cualquiera se meaba. Todos hemos sido victimas de las vacilaciones de Nacho. Todos hemos sido victimas del cabreo monumental de Lorenzo cuando se encabronaba con algo o alguien. En serio, cuando Lorenzo se enfadaba daba miedo. Y mira que siempre le tendré un cariño incalculable. Aunque para hablar de dar y recibir cariño, he de hablar de la profesora que, al ser profesora de música, tiene un abreviación de su nombre de nota duplicada: Dodo. La persona más cariñosa del mundo. La ves y dices "Quiero achucharla". Es la dueña del morado. No hay más.
Él que nunca me dio clase por desgracia fue Manu. Alías Pirolo. Un auténtico fenómeno que conocí porque estaba en el otro curso. A día de hoy, compartimos aficiones, sobre todo futbolísticas. Un sufridor colchonero como yo.

Aquí me gustaría recopilar algunos acontecimientos, como el video que nos enseñaron en la que salía un mono y teníamos que contar cuantos pases hacían los jugadores de baloncesto. Nadie se había enterado de que salía un mono. Y se te quedaba cara de gilipollas. Luego una vez, Nacho nos enseño la caritativa que llevaba,  Bocatas. Pocos años más tarde fui a dicha caritativa. Me encantó. Hoy día acudo con regularidad y la gente de allí me conoce. Gente maravillosa por cierto. Y el último día fue bestial. Qué locura. Y que diplomas. Y que de todo.

En primaria, no tenía profesores así. Vale, sí, algunos me caían genial, aunque pocos. Pero lo que yo tengo que destacar  es la calidad de la enseñanza, la cercanía indiscutible con los alumnos, haciendo las clases una delicia...
Todo ese tipo de cosas me emocionaron tanto que cuando pase a Segundo de la ESO, me puse muy triste. Tal vez sea una exagerada, pero yo lo sentí así. Además, recuerdo que ese año sufrí mucho tanto dentro como fuera del colegio.  De hecho, uno de mis días más fatales fue en ese mismo año. Por no hablar de la muerte de mi tio. Fue muy trágico. Pero como esta entrada viene para quedarme con lo mejor, debo destacar esos debates interesantisimos que hacíamos con Calleja como por ejemplo contra el machismo y el racismo., o lo simpático que era David.
Recuerdo que en segundo de la eso gané la Madre de La Luz, y fuimos al Parque de atracciones.

Tercero de la ESO.  Creo que este año lo voy a catalogar como el más simplón. Y con el que más insatisfecha he estado con mis compañeros. Ese año fue el año trágico de la Madre de la Luz, la cual fue una castaña. Lo arreglaron al año siguiente. ¿Algo a destacar? En este curso conocí a Chema, uno de los profesores más populares del Padre Piquer por sus citas cálebres "Niños niñas mounstruos mounstruas" "Pues los americones..." Con su bastón y sus manos gigantescas. Destacaba por su gran carisma, pero unos pocos años más tarde fue uno de los profesores que más me ayudó. Creo que por eso le tengo un cariño incalculable. Más aventuras con Chema me depararían años después con sus grandes horas de historia y latín.
Juanjo ese año era mi tutor. Fue bastante comprensivo conmigo. Recuerdo que fue el primer año del Piquer que me fui a Septiembre con su asignatura: Matemáticas. Asignatura que aprobé justita (No doy más de sí con esa maldita asignatura que me amargaba año tras año) pero me sentí muy contenta, era alcanzar un nivel más alto de autoestima. Además, ese mismo año obtuve la primera matrícula de honor en Teatro.
 Cuarto de la ESO. EL MEJOR AÑO DE TODOS. Estaba contenta con todo. Mis compañeros, notas, profesores... Mi turora fue Susana, una mujer encantadora y tierna. Mis compañeros estaban todo el rato liándola, pero nos hacían reír hasta quedarnos sin respiración. Qué grandes. Con el paso de los meses, todo eran risas y había un compañerismo y un buen rollo que me molaba un huevo. Más profesores a destacar: Ginés y Esperanza. Ginés hay que conocerle. Es simpátiquisimo y es el que más manifiesta su descontento contra la mala educación. Muchos, al verle enfadado se piensan que puede ser tacaño, pero que va. Recuerdo que él mismo dijo algo con l oque yo estoy de acuerdo "Eres un ejemplo de progresión"
Esperanza es un amor de mujer. No hay más. Pienso que debería de haber más personas, profesores en este caso, como ella. Se fija muchísimo en la actitud y en el esfuerzo. Es increíble, ahora cada vez que me ve cuenta mi  historia, diciendo por lo que he pasado y que soy una luchadora, por supuesto me saca los colores. Creo que ella y Nacho son los profesores que más admiran mi esfuerzo (O al menos, lo manifiestan más) La Madre de La luz hizo contraste con la anterior. Fue la mejor que he vivido. Ese año participé con las chicas de mi clase, no ganamos, pero nos lo pasábamos bien. Y estuvo mejor organizado, y la gente podía explotar mejor su talento sin necesidad de bailar simplemente. Recuerdo que una de mis mejores amigas cantó y se llevó el respeto del Piquer. Mi querida Sonia...

Primero de Bachillerato Mi año más trágico. Yo nunca he sido una chica de múltiples matrículas de honor. Siempre he sido una chica normal de seis y siete. Pero ese año mis notas empezaron a caer en picado y a final de curso con muchos cincos, y sé que fueron por  cortesía de muchos profesores. Y es que no sólo me toco notar el gran cambio que supone la ESO al Bachillerato.  En octubre me enteré que mi padre tuvo cáncer. Yo me lo rumoreaba, había demasiada tensión en casa, pero en noviembre se confirmó.  Ese mismo día coincidió con la semana fuerte de exámenes y suspendí 7. YA LO SÉ.  Sé que es una burrada ¿De acuerdo? Pero si soy mínimamente sensibles, lo comprenderéis.  Era horrible. No quería llegar a mi casa, temía lo que me iba a encontrar, temía escuchar a mi madre llorar, no lo soportaba, es como si tuvieras un volumen demasiado alto y no pudieras quitarte los auriculares.
Mi tutora era Celia,  persona que me aconsejo en su día y se preocupo por mí. Estreché más lazos con Chema,  al ser amigo de mi mejor amigo. Me encantaban, repito, ME ENCANTABAN  las clases de Chema de latín ciertas veces. En serio, los viernes que yo recuerdé, tanto en primero como en segundo de bachillerato, no dábamos latin sino "Historia del Padre Piquer" Nos contaba anéctotas dentro del instituto cómicas, otras chungas, curiosidades... pero las veces que más molaban las conversaciones eran cuando hablabámos de enfermedades y de los chungos que les dio en su día a personas del Piquer. Una pasada de cotilleos frescos.
Y ¡Oh! un profesor que también es un crack y es un tío estupendo, Marco. Lo conocí  en segundo de la Eso, fue mi profesor de religión ese año y en cuarto. En este último curso nos empezamos a llevar bien por el tema del fútbol,  y hacía que las clases de religión los viernes por las mañanas hacían que fuera alegre al colegio.
Otro crack: JM el rey de las ironías y de las frases hechas. El odiador de los chicles. El que te daba un susto cuando menos te lo esperabas porque tus compañeros no paraban de hablar. Pero es muy muy buena persona. Y en sus buenos momentos resulta hasta encantador. Glorioso año que tuve con él. Siempre me gustó su sensibilidad y su vocabulario. Ojalá siga haciendo las clases así de divertidas.
El 29 de Mayo del 2011 murió mi padre. Sin describir como me sentí ese día, siento que desde ese día me llevo mejor todo el grupo de Bocatas. Me han apoyado más que mucha gente de mi familia, cosa que agradeceré de por vida. Manu, Ali, Nacho, mi Dodito... demostraron ser mis amigos. Además, hablé con un amigo mío de primaria. Hacía mucho tiempo que no hablaba con él. Se sentaba al lado mío. Fue un gran compañero. Todos en general lo fueron. Por lo que sé, una amiga me dijo que en el momento en que la tutora anunció la noticia, se escuchó un silencio como nunca antes escuchado. Ella mismo ya se lo temía, puesto que veía que no llegaba a primera hora. Y Estíbaliz nunca falta a clase. Y si lo hace, o esta muy malita o algo muy malo le ha pasado. Y paso lo segundo..
Milagrosamente solo me quedo matemáticas, para variar. Asignatura que no aprobé en septiembre. Menudo berrinche me cogí. El año que viene no la hubiera hecho, me hubiera librado de las matemáticas para siempre. Pero noooo señor. ¿Se puede ser más tonta?

Segundo de bachillerato. Horror. Espanto. Terror. Presión, mucha presión. Creo que en mi vida un curso no me había costado tanto. Todos estos calificativos negativos me refiero simplemente al tema de estudios. Mi tutora fue Pilar. Me gustaba como atendía a los alumnos. En mi opinión daba buenos consejos y tenía carácter y disciplina, me gustaba como tutora. Otras profesoras que me encantaban eran Marta y María Antonia. Marta era mi profesora de lengua, super simpática, y super graciosa. Me encantaba cuando se reía. Tanto que su comportamiento al reirse se me ha pegado. Recuerdo que una vez el cañon se volvió loco y parecía odiar a mi profesora. Era acercarse y se ponía de colores y dejaba de proyectar. Tuvo que dar clase en el umbral de la puerta. Ese día te meabas de la risa.
Mi Selectividad impone
En cuanto a María Antonia, tengo que decir que es hermana de Esperanza, lo cual ya he dicho mucho de ella. Fue junto con historia de España mi asignatura favorita, y note que en septiembre valoraba mucho mi esfuerzo. Es simpatiquísima y la tengo muchísimo cariño. Nos regañaba mucho, y me encantaba cuando nos "insultaba" y nos decía "Pero con cariño"
No pude despedirme del Piquer como quisiese. En plan bien. Tuve un buen cabreo por las notas y que cada vez que lo pienso me sigue dando rabia. Pero fue una bonita despedida con una emotiva graduación.


Llevaré los " ¡NIÑATA!" de Nacho, los "¡QUÉ FOLLONERO!" de Lorenzo, los piropos de Alicia, los "coje tus cosas y ponte aquí" de Javier, los ¡Vap! de Moncho  las burradas que decía Chema cuando íbamos a ir a comer, el amorfo tío de hierro que hay en la entrada, la paella de los miércoles que me salían por las orejas, el arroz que tanto me gustaba, los días de subir al laboratorio a estudiar y al final no estudiar una mierda, los profesores que te echaban al patio cuando tu estabas tan tranquilo, calentito y estudiando en silencio en los pasillos  (NADIE SABE COMO ME JODÍA ESO) las veces que me pasaban el formulario del Piquer para ver en que podría mejorar, escribir que los baños están en mal estado año tras año  (Y comprobar que no te han hecho caso) y muchas cosas más...En el camino.
Quizá en el corazón.